LAS MEJORES PRÁCTICAS EN GESTIÓN DE ACTIVOS (Parte 1 de 2)

ESTRATEGIA GLOBAL

La estandarización es un factor crítico de éxito  en la optimización de la gestión de  activos a nivel empresa, independientemente de su tamaño o sector.  La implementación de estándares y mejores prácticas en las organizaciones puede contribuir a  establecer un mismo nivel de performance en todas sus áreas técnicamente similares. Esto resulta indispensable en un mundo globalizado, la adopción de los estándares  aparte de permitir saber que funciona y que no funciona, brinda visibilidad de todas las áreas de negocio e instalaciones, logrando mayor claridad de las operaciones y los resultados.

Esto ayuda a bajar los riesgos del negocio tanto operacionalmente como financieramente. Los inconvenientes que surjan en un área o instalación pueden evitarse en otros sitios, al contar con mayor visibilidad. De la misma manera, en cuanto a los proveedores, si existe algún tema con alguno de los proveedores la información puede utilizarse para resolver cualquier evento en el resto de la organización.

La gestión de activos se ancla en la estandarización de prácticas y procesos para seguir un modelo aplicable a todo tipo de negocio,  que permita la alineación e integración  de las distintas áreas funcionales con base a objetivos y metas de la organización.

El modelo de gestión de activos busca establecer un balance entre maximizar beneficios y desempeño, estructurando con acciones específicas y concatenadas, reducir costos. riesgos e incertidumbre, y así marcar una trayectoria sólida en la toma de decisiones para una  gestión efectiva,  mayor rentabilidad y generar una ventaja competitiva para la empresa.

La gestión de activos  es una fuente potencial de ahorros y de administración de riesgos, cada vez más importante  en  la controvertida economía mundial y modelo de procesos de negocios.  Existen cada vez más razones para que las organizaciones quieran estandarizar la forma en que gestionan sus activos.
Cada vez,  más empresas consideran adoptar las guías que ofrecen las  normas ISO en la gestión de activos para maximizar su éxito. Se requiere evitar la pérdida de facturación como también incidentes que puedan dañar a las personas o al ambiente.

La norma para la gestión de activos es la serie de las ISO 55000, adoptada por muchas empresas que reconocen la importancia de estandarizar la forma en que se gestionan los activos humanos, activos de información, activos físicos, activos financieros y activos intangibles.

Por otra parte,  de acuerdo con el estándar internacional la norma ISO-41001 “Facility Management” dirigida a la gestión de inmuebles y servicios de soporte nos permite desarrollar y mantener las operaciones  con la mayor eficacia y competitividad. Se debe mantener el foco en las diferentes etapas del ciclo de vida de los activos inmuebles: diseño, construcción, operación, mantenimiento, renovación, alquileres y ocupación para: Edificios  y  sus  espacios de trabajo, Infraestructura de servicios de energía (electricidad y gas)   y  agua, Gestión de seguridad y salud, prevención de riesgos laborales y planes de contingencia, Operaciones  y conexiones de redes de datos y redes telefónicas, Logística: gestión de flotas y transporte, gestión documental, Alquiler de  equipos especiales y Limpieza general.

Luego sigue la ISO 50001, una norma que establece las mejores prácticas para la utilización de la energía en  las organizaciones, por medio del establecimiento de un sistema específico de gestión energética. Involucra establecer una política, definir metas y utilizar los datos para lograr mayor visibilidad, tomar decisiones y medir el performance energético basado en metas previamente establecidas, para materializar la  mejora continua.
No menos importante es la norma es ISO 14224 la cual dispone que las organizaciones establezcan una forma sistemática y confiable no solo para recolectar, sino también de intercambiar datos de confiabilidad y mantenimiento, facilitando los procesos de gestión de información entre las partes y procurando de forma pragmática y efectiva la gestión de activos.

CONTEXTUALIZANDO EN QUÉ CONSISTE LA ESTRATEGIA PARA LA GESTIÓN DE ACTIVOS

Una estrategia para la gestión de activos comienza con las necesidades de la organización y  el plan para alcanzar los objetivos propuestos, y como  apoyar  la entrega del valor asociado con el plan. Para que sea efectiva cualquier estrategia para la gestión de activos, primero debe definir con claridad los requerimientos del negocio para los activos en el corto, mediano y largo plazo, dependiendo de la situación de negocios.

Esto requiere participación del liderazgo alto y medio de la organización, mercadotecnia y ventas, y quizás otras áreas de soporte. Este debe ser el primer tema que se aborde en cualquier estrategia de gestión de activos.

Después de todo, ¿Cómo podremos desarrollar una estrategia si primero no entendemos los requerimientos de negocios para los activos? Por ejemplo, si estoy planificando cancelar una operación dentro de los próximos dos años, tendría una estrategia muy diferente de gestión de activos que si planeara continuar la operación durante los siguientes 5, 10, 15  años o más, duplicando el volumen de negocios cada cinco años.

La efectividad de la estrategia de gestión de activos por su contribución en los objetivos y metas del negocio, debe ser  medida continuamente, considerando no solo los cambios internos, sino también los factores externos.

Imagen
Mejores prácticas en Gestión de activos
Imagen
Mejores prácticas en Gestión de activos